Es imposible resistirse a esa carita, a su sonrisa y a todas sus ocurrencias. Los más pequeños son nuestra mayor alegría.
Todos sabemos lo rápido que crecen y la cantidad de momentos únicos que nos dan, por eso cualquier etapa y momento es bueno para tener unas fotos increíbles de los más pequeños de la casa.
Cómo fotógrafa de niños tengo que reconocer que los peques me han enseñado muchas cosas. A diferencia de en otras sesiones, cuando trabajo con niños, son ellos quienes deciden y marcan los tiempos. Hay que adaptarse a ellos en todo lo posible, es por esto por lo que las sesiones de fotos deben ser divertidas y amenas para ellos, así evitaremos que se cansen y nos darán su mejor sonrisa.
Me encanta trabajar con niños, su espontaneidad y gracia hacen que cada día sea diferente. Eso sí siempre hacen que me lo pase fenomenal con ellos.
los padres también disfrutan mucho, se trata de divertirnos todos juntos y aunque los niños sean los protagonistas, también sus papás son importantes. A ellos les encantará tener unas fotos chulas con vosotros.